Alan Adler, un técnico de fotomatones de Melbourne, Australia, es conocido por su extenso archivo de autorretratos creados mientras probaba máquinas a lo largo de décadas. Adler, de 92 años, ha trabajado con fotomatones desde los años 50, acumulando miles de imágenes que muestran la evolución de su rostro y del propio medio analógico.
La fotógrafa Mary Ellen Mark y el artista Ross Coulter recopilaron estas imágenes en el libro Auto-Photo: A Life in Portraits, destacando su valor artístico y documental. Este fotolibro celebra tanto el oficio de Adler como su singular perspectiva sobre la fotografía.
El proyecto subraya la importancia de los fotomatones como herramientas de documentación cultural y personal, además de resaltar el compromiso de Adler con la preservación de esta tecnología. A través de sus pruebas, no solo aseguraba la calidad de las máquinas, sino que también capturaba momentos únicos de su vida.

La colección abarca múltiples décadas, mostrando cambios en estilo, moda y envejecimiento, lo que convierte al libro en un testimonio visual del paso del tiempo. Cada tira de fotos, aunque tomada con fines técnicos, se convierte en una obra de arte en sí misma.
Este homenaje combina historia personal y cultural, reconociendo a Adler como parte integral de la evolución de los fotomatones y la fotografía analógica. El libro ofrece una mirada íntima y nostálgica a un medio que ha conectado generaciones y mantiene un encanto atemporal.
Fuente: itsnicethat.com
Descubierto gracias a Toni Calderón